¿Qué es el Escuadrón 42?

Míranos, en nuestro máximo esplendor

Somos un grupo de gente afortunada que se encontró en el Grado de español: Lengua y Literatura, cuando empezamos allá por el año 2012 (¡socorro!). Desde el principio nos unimos por intereses y gustos comunes pero, sobre todo, lo que nos juntó para siempre fue nuestra gran pasión: la escritura. De una forma u otra, los cinco soñábamos con ver nuestro nombre algún día en una portada, de darle vida a nuestras historias y poder compartirlas con el mundo. Ya os podéis imaginar en qué gastamos nuestros cuatro años de carrera: en escribir. Tenemos un Dropbox lleno a rabiar de fanfiction y, en los últimos años, hemos empezado a cultivar esa planta tan bonita de las creaciones propias.

Hemos hecho varios proyectos de escritura en conjunto, pero quiero mencionar aquellos que más ilusión me han hecho a mí: el amigo invisible, el Celsius 232 y Batalla por el Olimpo.

«Frikis, qué asco»

El primero, como podréis imaginar, es un amigo invisible que hacemos por Navidad más o menos, pero nuestros regalos son especiales: ¡son relatos! Okay, vale, casi siempre son fanfiction de nuestras OTPs, pero no tenemos ninguna queja. Con los años, esta tontería nos ha llevado a conocernos mejor, a escribir sobre mil cosas distintas y a tener con mucho mimo y orgullo una nada desdeñable cantidad de historias que hemos escrito por y para nosotros. Saber que alguien se ha puesto delante de la temida hoja en blanco pensando exclusivamente en ti, en que el único lector para el que está escrito eso realmente eres tú es una sensación preciosa que le recomiendo a todo el mundo.

¡Nuestro primerito Celsius! Y detrás, la playa.

El gusto por la escritura, obviamente, no sale de la nada. Todos somos ávidos lectores, sobre todo de literatura de fantasía en todas sus variantes. Así pues, cuando nos enteramos de que, contra todas nuestras sospechas, en España hay un mundo de literatura de género muy movidito y activo (¡¿quéeeeee?!) nos pusimos a la búsqueda y captura de eventos importantes. Creo que el primer viaje exprés que hicimos fue al Festival de Fantasía de Fuenlabrada para poder conocer, por fin, a nuestro amadísimo José Antonio Cotrina (al que, si no habéis leído, CORRED). Nos salió la cosa redonda y aparte de fangirlear un montón acabamos cenando con él, Gabriella Campbell, otros autores y más fans como nosotros. Y jo, pues fue muy guay.

Me extraña que no huyan de nosotros cada vez que nos ven.

Y de ahí, la siguiente parada lógica era el festival Celsius 232. Como éramos estudiantes (lo cual quiere decir que éramos pobres) nos montamos en la aventura de irnos de camping para reducir gastos. Y, oye, puede que la mejor decisión que hayamos tomado. No solo el entorno era increíble y a escasa media hora de Avilés en coche, sino que teníamos la playa a dos minutos andando. Al despertar, veíamos el mar. Pocas cosas hay que inspiren tanto como eso. La primera edición a la que asistimos fue la de 2017 y no sabíamos muy bien qué esperar, así que compramos muchos libros, ignorando eso de que éramos pobres (y lo seguimos siendo), fuimos a presentaciones y a firmas. En 2018 las fechas no nos cuadraron (ay, amigo, los másters), pero en 2019 volvimos a la carga… Y esta vez con un propósito muy claro: ya no solo asistíamos como lectores, sino también como aspirantes a escritores. Nos embebimos de mil y un talleres que nos encantaron y nos ayudaron muchísimo en nuestra trayectoria. De hecho, ahí es donde considero que empezó realmente mi viaje como escritora: allí surgió la idea para este blog y mi cuenta de twitter, aunque tardaría aún unos meses en consolidarme mentalmente porque (sorpresa para nadie) lo más importante es escribir y yo había perdido mucho la costumbre. Pero bueno, allá que fuimos, y seguimos vivos y ahora, además… ¡publicando! Ni tan mal, ¿eh?

No tenemos ni arte ni oficio.

Por último, os voy a hablar del proyecto que más nos ha unido, a mi ver: Batalla por el Olimpo.

Conocido en familia como “Olympus”, Batalla por el Olimpo surgió como un proyecto de escritura conjunta porque en 2014 estábamos on fire y nos quedábamos sin series de las que escribir fics (y los escribíamos hasta de nuestras vidas). Así pues, senté un día a mis amigos y les dije “A VER, HE TENIDO UNA IDEA”. Pobrecitos, que dijeron que sí. La idea, en concreto, era escribir una distopía que aunara una estética steampunk con una revisión de las figuras de los dioses clásicos griegos adaptada a la literatura juvenil. Vamos, que queríamos escribir sobre niños matándose pero siendo absolutos dioses porque son todos GUAPÍSIMOS (ay, el amor de madre). La cosa empezó sin mucha planificación, decidimos que sería una novela río, creamos a los personajes y nos los repartimos, hice un foroactivo (lol) y nos piramos alguna clase de Literatura del Renacimiento para hacer worldbuilding en la cafetería cuando aún ni sabíamos que el worldbuilding is a thing.

Y así comenzó todo.

Hay muchas cosas que comentar de esta foto.

A los personajes les hemos cogido un cariño que no puedo explicar, porque son nuestros bebés y costó mucho parirlos. Como teníamos en total diez manos, la cosa se alargó y decidimos que lo correcto sería dividir la historia que teníamos en la(s) cabeza(s) en dos partes, y así nació la segunda parte de Olympus. Se nota mucho que entre una y otra crecimos y aprendimos muchísimo, porque desde el principio estuvo mejor estructurada y pensada. Empezamos a escribir en 2014 y en 2018 dimos por finalizada la segunda parte y pusimos punto y final a la historia con un epílogo que VAYA EPÍLOGO. Gritaban los personajes y gritaba yo.

Creo que no me equivoco que participar en la escritura de Batalla por el Olimpo es una de las mejores cosas que he hecho en mi vida. No todo ha sido siempre bueno, y escribir a diez manos causa muchos roces (no lo hagáis en casa, niños), pero lo volvería a hacer una y mil veces, porque me ha permitido conocer mejor y, sobre todo, querer a los mejores compañeros de aventuras que podría pedir. ¿Qué si algún día Batalla por el Olimpo verá la luz? Quién sabe… De momento, ya tiene dos spin-offs (lol), así que podemos concluir que seguimos viviendo en esa historia, sí.

El banner del foro, que demuestra todas mis dotes artísticas.

Creo que solo me queda desvelar un último truco de magia: ¿de dónde viene el nombre de “Escuadrón 42”? Bueno, el 42 es obvio para todo aquel que tenga al menos una pregunta. ¿Y el Escuadrón? Bueno, pues, ¿os acordáis de que os he dicho que en segundo de carrera nos quedamos sin fics que escribir? Bueno, pues una de nosotros (no voy a decir que fue Mey) tomó la decisión de escribir un crossover de Bleach y… nosotros. Así que nada, de ahí salió el Escuadrón 42, en un fic magistralmente titulado “La shinigami de Valencia” (otra larga historia). La capitana del Escuadrón es nuestra Sánchez Taicho (aka @CarmenSnchez9), Mey (aka @InkTies) empezó siendo la fukutaicho o subcapitana, pero le moló lo del poder y se independizó para formar su propio Imperio, Meyrea del Oeste, así que ahora es la Emperatriz. Irene (aka @almaescritora) ostenta el título de General del Ejército de Zanahorias Ninja y Ejecutora de la Pala (no queréis enfrentaros a su pala), Francisco (aka @ArvaelFn) tiene un puesto variante entre Cuidador de Diccionarios y Cuidador de Delfines, y una servidora es Mamá Patito, porque mi instinto maternal se extiende también hasta mis amigos y soy la que siempre pregunta si alguien se ha quedado con hambre y quiere un huevo frito.   

¡No me miréis las cejas!

Hasta aquí os cuento hoy, literatillos. ¿Queréis saber un poco más de nuestras personas o nuestras publicaciones? ¡Visitad nuestras RRSS! (Tranquilos, cada uno se encarga de la suya, aquí ya no hay más de dos manos implicadas) (a veces menos, pero no más).

María Acebes  

Valladolid, 1993. Mey lleva diez años publicando reseñas en su blog InkTies. Le apasiona el terror, sobre todo el japonés y el de Lovecraft. Ha publicado «Algo más grande que el universo» en la antología El Hilo Rojo (pluma de Cristal, 2019), «El charro negro» en Amor al otro lado del charco (Amanecer, 2020) y próximamente en la antología Al atardecer en Samhain con “Aquí yacen sus corazones” (Roomie Editorial, 2020) (a cuatro manos con Sandra Sanz).      

Carmen Sánchez

Cuéllar, 1993. Ávida lectora y escritora compulsiva, ha perdido la cuenta de las novelas que ha escrito. O no, porque nunca olvida nada. Es experta en escribir historias multigeneracionales, spin offs y drama. Sobre todo drama. Su género favorito es la fantasía juvenil y es la culpable de engancharnos a todos a los libros de Antonio Cotrina. Puedes leerla en la antología Constelaciones con su relato “Fuimos a vivir a las estrellas” y próximamente en la antología Esperanza Rosa con “Flores”.  

Sandra Sanz (moi)

Valladolid, 1994. Ha pasado más de quince años escribiendo fanfiction, y no acababa una novela desde los quince años. Ha decidido dar el salto con los originales y ha publicado «She alone will stand» en Insomnes hasta el amanecer (Insomnia, 2020) y su retelling de Peter Pan resultó ganador en la antología «Érase otra vez: Villanos», disponible por pago social en Lektu. Próximamente en la antología Al atardecer en Samhain con “Aquí yacen sus corazones” (Roomie Editorial, 2020) (a cuatro manos con María Acebes).      

Irene Calle

Valladolid, 1994. Vive en su propio mundo de fantasía, al que se dice que llegó siguiendo a un conejo blanco. Publica reseñas en su Instagram y cuelga relatos en su blog. Es madre de los personajes más cuquis del mundo, pero por alguna razón le gustan los chicos malos.

Francisco Navarro

Burgos, 1994. Es experto en el arte de la epicidad. Le vuelve loco la mitología (cualquiera) y defenderá a capa y espada las metáforas kilométricas. Aunque tú no lo sepas, en la foto adjunta, uno de los pocos documentos gráficos existentes de su persona, aparece posando junto a una llama.